LITERATURA

Después de Rita (o más allá de la lectura) debía ser así. Extrema. Precisa-Concisa. Rotunda. Inmejorable. Mariano Veloy encuentra la tecla más actual y la pulsa diestramente. Esa tecla. Que tanto nos gusta. A los dos. Si Königsberg es experimentación, Después de Rita es consumación. O el Ejercicio y la Obra Maestra.  
Si de Königsberg dije que no es lectura para pipiolos (y menos aún para lectores xantofóbicos), de Después de Rita digo lo contrario y más. ¡Todo el mundo debería leerla! Es lo mejor que me he echado al cerebro (en mucho tiempo [exceptuando mis inéditas {naturalmente}), indispensable para el escritor bisoño/curtido, obligada para el lector inocente/analítico, imprescindible para quien busca literatura en estado puro.

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