He estado pensando en el sistema (y sus estructuras). Ya
sabemos todos (los que queremos saberlo) que es malo-malo en el más amplio
sentido del adjetivo. Naturalmente, beneficia a unos pocos: los conocerás
enseguida: son los que dicen que el sistema es bueno-bueno; perfectible pero
bueno.
Sin embargo, aunque el sistema es malo, no lo sería tanto si
estuviera relleno de buena gente. No es así, cosa que comprobamos a diario, y
el relleno agridulce compone un pastel sobradamente repugnante. Claro que: como
el relleno fue quien amasó el sistema, normal que le saliera malo.
Gente. Sistema.
Sistema malo + buena gente = sistema bastante menos malo (bueno
en realidad).
Sistema bueno + mala gente = sistema bastante menos bueno (malo
en realidad).
Conclusión: lo importante es la gente: el sistema es
irrelevante.
(Aunque es improbable que un buen relleno amase un mal
sistema.)
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