De lobos (divergentes)
pretende ser enfática. Toda ella. Narrada en una tercera persona con vocación
de primera (persona), pretende ser irónica-dulce, burlarse de sí misma pero
siempre con humanidad: «Cerrar los ojos, inspirar, dejarse acariciar por el
sol naciente. O poniente».
De lobos (divergentes)
está plagada de adjetivos. Este ejercicio deliberado que algunos autores han
utilizado de manera puntual, nosotros lo hemos llevado hasta el último límite. Dice
Veloy en su Después de Rita: «Y todos
tienen la misma cara. Redonda. Enérgica. Diabólica».
De lobos (divergentes)
abusa también de esos adverbios terminados en «mente» que tanto miedo dan.
Esperamos que el lector puro no repare en ellos. La historia debe imponerse.
Muchos autores los han sobreutilizado en determinados momentos, pero nosotros
lo hemos hecho a lo largo y ancho de toda la obra. Nos cuenta Salisachs en La gangrena: «Las esquelas de entonces
eran grandilocuentes, abarcaban un buen pedazo de periódico y resultaban
tremendamente dramáticas y exclusivas, como si cada difunto que figuraba en
ellas fuera efectivamente una personalidad. Todas esas cosas y alguna más (por
ejemplo la desvaída fotografía de su boda y la partida de mi nacimiento) disipaban
rápidamente las dudas sobre mi origen», o la argentina Bullrich en Los pasajeros del jardín: «Aborrezco a
la mayoría de las enfermeras porque cuando estamos disminuidos físicamente se
empeñan en disminuirnos espiritualmente, mentalmente».
Mercedes y yo quisimos
formar un todo, mejorarnos, completarnos, suplirnos, compensarnos, simultanearnos,
adaptarnos, encajar mágicamente como el trío protagonista. Los
capítulos tienen padre y madre, en un mismo párrafo cohabitan frases de ambos y
algunas frases están escritas a cuatro manos. Aunque la historia no es nuestra
sino de los personajes que la habitan, algunas noches nos trasladamos
oníricamente hasta Quebradillas. Sí, el refugio de Siete Panes sigue allí.
En definitiva,
hemos roto algunas reglas oficiales y otras oficiosas en un intento por darle a
esta historia un toque especial. El objetivo es que su lectura resulte
apasionante. No sabemos si se ha conseguido: eso tienes que decidirlo tú.
Sí... apasionante, se nota que es divergente y he pedido tambien Donde la brisa te habla
ResponderEliminarEstupendo, Lori. Y con la Brisa te envío un regalito.
ResponderEliminar